CAMPEONES CONTRA EL PROGRESISMO
Por Theo Belok
El domingo 18 de diciembre del 2022, Argentina salió campeón mundial de fútbol. Momento histórico para todos los argentinos. Una selección que dio una gran lección al mundo. Pero no hablo de fútbol. Hablo de algo más importante. Como dijo el DT Lionel Scaloni "Esto es más que fútbol". Él se refería a la felicidad que lleva a millones de personas en la Argentina.
Este es un campeonato mundial de fútbol donde confluyen las pasiones de millones de hinchas, que alientan a sus representantes nacionales.
En los últimos años la nueva izquierda ha convertido -en general- los deportes populares en otro campo de batalla cultural donde expandir su ideología e influencia.
Por ejemplo las últimas ediciones del Super Bowl, el famoso espectáculo deportivo de la NFL (Liga de Fútbol Americano), -y uno de los más vistos en Estados Unidos-, se pudo observar como jugadores y equipos mezclaban deporte con apoyos a causas políticas de la izquierda radical como "Black Lives Matter" (BLM). Realizaban proclamas contra la policía, contra Trump, y contra el himno nacional. ANtes de comenzar el partido hincaban sus rodillas en el suelo, en señal de protesta.
En ésta oportunidad el mundial de fútbol Qatar 2022 fue utilizado por el progresismo internacionalista para defender causas LGBT, el feminismo y el multiculturalismo. La excusa fue que Qatar al ser un país islámico es opresivo con minorías sexuales y mujeres, y viola los derechos humanos.
El boicot contra el mundial de fútbol implicó a estrellas de Hollywood, cantantes como Dua Lipa y figuras de la cultura popular. También algunos seleccionados como el inglés y el alemán quisieron utilizar brazaletes 'One Love' en apoyo a la comunidad LGTBQ+. Ante el impedimento de la FIFA que amenazó con sancionar a los jugadores que mezclaran política y deporte, hicieron gestos contra los organizadores antes de comenzar el partido. Los jugadores de Inglaterra clavaron una la rodilla en el césped. Los alemanes se taparon la boca.
Curiosamente con éstas protestas políticas supuestamente "inclusivas", expresaron una feroz discriminación islamofóbica camuflada de reclamos de "diversidad, no discriminación y respeto mutuo". Pretendiendo que países de otra cultura (que no respetan) se adecuaran a la nueva normatividad del Occidente progresista. Por más válidos que fueran los reclamos, las contradicciones y el proselitismo fueron evidentes. Sin embargo no pudieron opacar los festejos y la presencia de muchos otros artistas sin prejuicios que se presentaron en el FIFA fan festival: Calvin Harris, Diplo, Trinidad Cardnoa, Norah Fatehi, Clean Bandit, GIMS, Black Eyed Peas, Jason Derulo, J Balvin y Robbie Williams. Además hubo tres festivales de música: Daydream Festival (Armin van Buuren, ATB, Dimitri Vegas & Like Mike), Arcadia Spectacular (Meduza, Paul Van Dyk, Nervo) y ARAVIA (Axwell, David Guetta, Hardwell).
Pero el oportunismo de instrumentalizar eventos masivos para promover causas políticas y divisiones no acabó allí. Varios periódicos de la prensa mundial, dispararon tópicos y polémicos reclamos. Como fue el caso del Washington Post en un artículo de la afroamericana Erika Denise Edwards (profesora de la Universidad de Texas y experta en "identidades raciales" sic.) publicada tras el triunfo de Argentina sobre Holanda, titulándola: “¿Por qué Argentina no tiene jugadores negros en la Copa del Mundo?".
Afirmó que ya en el Mundial de Brasil de 2014 "los observadores bromearon sobre cómo hasta Alemania tenía al menos un jugador negro, mientras que Argentina parecía no tener ninguno durante la final de la Copa del Mundo de ese año"
Ese artículo fue ampliamente criticado, ya que argentina no es un país racista, ni segregacionista, ni colonialista. En argentina nos incomoda hablar de razas. La ausencia de afrodescendientes en la selección argentina no devienen por un supuesto "esfuerzo concertado" por excluirlos a los fines de "construir una imagen falsa de país blanco" como afirma luego de pedir mas "diversidad", sino porque el porcentaje de población afroargentina es del solo 0,3%, es decir, no llega ni al 1%. El planteo es tan ilógico como preguntar ¿por qué no hay jugadores blancos en la selección de Senegal? o rubios en la selección del Japón. La izquierda radical quiere que cada país sea un abanico multicolor sin identidad específica. Desmantelar la identidad nacional es un objetivo globalista.
La izquierda no entiende de meritocracia, todo debe ser igualado en cupos por sexo y raza. No importan proporciones, méritos o talentos. Para la izquierda, las minorías deben forzosamente equiparar o incluso convertirse en mayorías en el deporte, las empresas, la política, la cultura, la ciencia etc. La libertad de asociación, y contratación están siendo constantemente restringidos. Se demuestra una vez más que el socialismo o neosocialismo es una máquina sofisticada para abolir libertades esenciales.
En respuesta al planteo progresista del Washington Post, Rosendo Fraga, Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría y miembro del Consejo Directivo del "Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales" (CARI), dijo:
"elude lo que es obvio y en mi opinión es la verdadera causa de la composición étnica de nuestro país: Argentina es la nación del mundo que recibió más población europea en proporción a sus habitantes. Entre el 75% y el 80% de de ese aporte migratorio provino de dos países: Italia y España.... Es decir que el aspecto mayoritario de la actual población argentina, se asemeja al de dichos países: predominan los blancos no rubios, que en algunos casos tienen una tez algo más oscura, como dejó la influencia mora en el sur de Italia y de España y la indígena en Argentina. Son esos “morochos”, a los que sí alude la nota (así, en castellano), esos a los que con frecuencia llamamos “negros”, sin la menor connotación despectiva, al contrario." (infobae)
El artículo del Washington Post partía de un error que luego fue admitido al pie del mismo. “Debido a un error de edición, una versión anterior de este artículo señaló que aproximadamente el uno por ciento de la población argentina era negra según un censo publicado por el gobierno en 2010. Si bien la cantidad de personas negras citadas era precisa, el porcentaje en realidad era mucho menos del uno por ciento y el artículo se modificó para indicar eso".
De esta manera, explican que si bien, según el censo 2010, la población negra en Argentina es de 149.493 personas, no equivale al 1%, sino al 0,3% de la población total.
Es decir, su reclamo progresista multicultural carece de fundamento. Los argentinos no son racistas por no incluir afrodescendientes en la selección, sino que esa población es proporcionalmente muy pero muy baja, a ello se suma que los seleccionados de fútbol, para el reclutamiento de talentos se basan en meritocracia. Simplemente la escasa población afro en argentina no suele jugar al fútbol, y si los hay deben moverse en un entorno muy competitivo. Por otro lado, no hay ningún Pele y ningún Ronaldinho habilidoso disponible.
LA INCLUSIÓN FORZADA POR IDEOLOGÍA SOCIALISTA
El globalismo progresista-socialista exige destruir la homogeneidad de las naciones, su identidad, y sus símbolos. Vladimir Lenin en su escrito "Notas críticas sobre la cuestión nacional” ya proponía -hace más de cien años- destruir los Estados Nacionales creando "Estados multinacionales" o "Estados plurinacionales". También promovía el “derecho de las minorías” y agitaba al pueblo contra todos aquellos que quisieran defender la “cultura nacional".
¿Que tiene que ver esto con el mundial de fútbol? mucho.
El progresismo internacionalista-globalista realiza batallas culturales en cada espacio y aspecto de la realidad, afectando la sociedad civil. Los deportes en general y el fútbol en particular, no escapa a su influencia. Es un deporte que mueve millones de pasiones y dólares.
El progresismo está formado no solo por la ideología de género, sino también por ideas multiculturales, políticas de identidad de minorías, igualitarismo ontológico y racismo inverso.
En las últimas décadas, los equipos de fútbol privados de liga en Europa -dirigidos por globalistas progres-, fueron copados por extranjeros, desplazando y discriminando poco a poco a los ciudadanos europeos nativos.
Pero ese era solo el comienzo de las pretensiones progresistas. Su primera victoria sigilosa fue instaurar y normalizar la idea de que equipos multiculturales de liga europea son necesarios para el éxito.
La idea neo-socialista subyacente a mediano y largo plazo era diluir la imagen e identidad de cada nación llevando esta práctica a los seleccionados nacionales. Así como en las series y películas Netflix se exige "multiculturalizar" forzosamente el elenco, para hacerlo mas "progresista", también se busca "hacer más diverso" los equipos de fútbol nacional. Lo más ridículo es que ésta exigencia o reclamo ideológico, se extiende a países donde la población afrodescendiente es ínfima, como en el caso de Argentina.
Varias selecciones europeas están multiculturalizando sus equipos en una proporción poco representativa de su población en general, como por ejemplo la selección francesa.
El seleccionado de un deporte en un evento competitivo mundial, es una representación simbólica de la población de cada una de las naciones, la cara con la cual se muestra ante el mundo. De pequeño veía los seleccionados de los diversos países y podía conocer como era su gente, los ingleses son así, los italianos son así, los colombianos así, los islandeses así, los búlgaros son así, los senegaleses así etc.
Los 11 jugadores en el césped han constituido siempre una imagen resumida de cada pueblo. Siempre me gustó apreciar la diversidad de las naciones, sus peculiaridades, más bajos, mas altos, rubios, afro, asiáticos. En cada selección veía una belleza y singularidad única que mostraba la identidad nacional de cada país. Los globalistas quieren destruir la singularidad de cada pueblo.
Lamentablemente esa hermosa diversidad distintiva entre naciones, está siendo borrada en los últimos años de progresismo hegemónico.
La agenda progre multicultural fue invadiendo paulatinamente los seleccionados de Inglaterra, Alemania, y Holanda. Un caso extremo es justamente Francia, con un seleccionado que práticamente no tiene jugadores franceses europeos, y está conformada en su mayoría casi absoluta por inmigrantes provenientes de excolonias africanas.
En el plano privado equipos como "el Barcelona" fueron en la práctica "seleccionados mundiales", donde jugadores iluminados de todo el planeta eran reclutados, una especie de "selección mundial". Era maravilloso ver un equipo imbatible con Messi a la cabeza y jugadores de todas las naciones. En algunos equipos británicos y alemanes sucedía lo mismo. Pero no había problema, eran equipos no nacionales, y en su mayoría privados.
La idea neo-socialista subyacente a mediano y largo plazo era diluir la imagen e identidad de cada nación, llevando esta práctica a los seleccionados nacionales. Así como en las series y películas Netflix que se exige "multiculturalizar" forzosamente el elenco, para hacerlo mas "progresista", también se busca "hacer más diverso" los equipos de fútbol nacional, las empresas, los ministerios etc.
La izquierda se ha esforzado por hacer creer que sin equipos multiculturales es imposible ser campeón mundial. Pero miremos los hechos y los últimos campeones:
2022 | Argentina | Argentina | ||
2018 | Francia | Francia | ||
2014 | Alemania | Alemania | ||
2010 | España | España | ||
2006 | Italia | Italia |
ITALIA 2006
ESPAÑA 2010
ALEMANIA 2014
FRANCIA 2018
Curiosamente lejos de ver esto como "inclusivo" podríamos señalar la evidente discriminación racial inversa contra franceses nativos europeos. Ya que en una población total francesa de 67.7 millones solo un 9% aproximadamente son inmigrantes afrodescendientes. Es decir solo un jugador de los 11 en el campo de juego debería ser de esa procedencia si solo se fijaran criterios de representatividad.
FINALISTAS DE LA COPA MUNDIAL QATAR 2022
FRANCIA 2022
ARGENTINA 2022
En todos los programas de TV de progresismo e izquierda hegemónicos festejaban la copa mundial pero con recelo, ya que el seleccionado Nacional hizo culto a la familia, a Dios y la Patria, y rechazaron llevar brazaletes multicolor LGBT, o negro para rendir homenaje a Hebe de Bonafini de la agrupación de izquierda "Abuelas de Plaza de mayo" como solicitó el gobierno nacional. Para rematar el rechazo a las pretensiones políticas de la izquierda, la selección luego de obtener la copa y viajar para la Argentina a festejar con el pueblo, evitaron la foto con el Presidente Alberto Fernández.
Varios integrantes del seleccionado y Messi festejaron con sus familias luego de dar la vuelta olímpica, y agradecieron a Dios por el logro, regalando la copa y la alegría a la Patria.
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